De mi libro Cuerdas Contra el Viento 2016 I Hay días en los que necesito creer que no es cierta esta tarde que me hace trampa y me aspira con la rudeza de la descomposición, lo repito una y otra vez, no es cierta esta tarde, cuando me bajo de este tren que me mantiene en pie. Camino por el parque, escucho el crujir del bambú como un consuelo en este santuario, justo donde las palabras respiran su aire. Subo al callejón de los gatos que me entregan la vida y su confianza. Ellos descansan plácidamente, se relamen la soberbia y la belleza y me ven pasar. II Hoy la ceniza pronunció tu nombre entre el vino, las arañas y las comisuras de los astros, han venido a ponerlo todo en duda aprovechándose de mí. Y el tiempo, como un obrero de los suburbios fotografió tus manos que entonces vendaban el frío para que no creciera. Ahora tengo una colección de grillos y remiendos en el pecho. donde no pasan las horas e
Sí, algo le falta a mis manos. Tú lo sabes. Tal vez la ternura de ese niño que vive a la intemperie y sabe que no se le cumplirán los tres deseos. Lo he visto pintar océanos donde no hay orillas, guardar sus tesoros de cartón donde nadie lo espera. Lo he visto seguir dando vueltas por este sucio bulevar con un hervor de ausencias en su pecho, como si estuviera perdido en un campo de maíz, preguntándose la causa del vacío, el porqué de la grieta en el paraguas prostituyendo su futuro. Nunca sabrá cuantas personas estábamos dispuestas a quererlo. Entonces caigo en la cuenta que no siempre hay un lugar para todos en la vida. Y que la verdad se disuelve entre dos golpes en sol mayor. Por eso siempre regresas a mi casa y me dejas descansar sobre tu hombro con la intención de dejar atrás, hombres y mujeres con ojos que husmean su presa. Yo me quedo en los campos del olvido con mis trenes de papel sobre e
Comentarios
Que sea todo un éxito!!!
Besos.